martes, 28 de marzo de 2017

PARQUE NACIONAL DE LOS PICOS DE EUROPA: HIMNO

Sotres (el pueblo más alto de Asturias)

Los indianos, en su largo viaje de regreso a Asturias, mucho antes de atisbar la costa veían a lo lejos unas cumbres siempre nevadas y gritaban felices ¡Europa! Como un faro, la señal inequívoca de la proximidad del destino, del añorado hogar. 


Este clamor dio nombre a Los Picos de Europa, un conjunto de montañas afiladas en el centro de la Cordillera Cantábrica, cuya extensión abarca tres comunidades autónomas. 

Por su relieve caprichoso esculpido por el agua, su cercanía al mar y su gran altura, superando en muchos casos los 2500 metros, es el primer paraje de La Península declarado Parque Nacional.


Su nombre inicial fue Parque Nacional de la Montaña de Covadonga, ocupando la vertiente asturiana, para mucho después, ser ampliado a Cantabria y León tomando el nombre actual: PARQUE NACIONAL DE LOS PICOS DE EUROPA.


Un ecosistema de alta montaña de geomorfología glacial y cárstica repleto de desniveles, entre desfiladeros de vértigo y agujas que acarician el cielo, entre bosques y prados.


Dividido en tres macizos: el Occidental o Cornión, el más extenso y en él se encuentran los Lagos de Covadonga, por ejemplo. El Central o de los Urrieles, donde se producen las mayores alturas, siendo archiconocido “El Naranjo de Bulnes” o “Picu Urriellu”, como se le llama por estos lares, que, aunque no es el más alto de sus hermanos, sí es un hito en la historia del montañismo. Y el Oriental o de Ándara, el más modesto de los tres.

Naranjo de Bulnes

Estos bloques están delimitados por los ríos que los atraviesan: Sella, Dobra, Deva, Cares y Duje, que los corta de manera literal.

El Naranjo entre la niebla

Entre sus múltiples peculiaridades está que en el interior del parque hay pueblos habitados, conviviendo en perfecto equilibrio con el medio ambiente, como Sotres, Tresviso y Caín, como muestra uno por cada provincia, con una actividad agropecuaria adaptadas a las normas de conservación del entorno y no tan sólo guardan sus tradiciones históricas, sino que también mantienen todo lo autóctono del lugar, la flora y la fauna, el regalo que les hizo Gaia.

Tresviso (Cantabria)

En sus ríos se permite la pesca con autorización, pero está prohibida la comercialización de la captura por ser un recurso natural de un área preservada. Para poder saborear el salmón salvaje asturiano que retorna cada primavera, contra corriente, por las frías aguas de la montaña, a su lugar de nacimiento para desovar, tendrías que probarlo en la casa de un paisano, no lo encuentras en ningún restaurante.


Tan sólo se subasta el primer salmón obtenido cada temporada “El Campanu”, cuyo nombre proviene del repicar de las campanas o “campanus” del Monasterio de San Pedro de Villanueva:


Su tañer anuncia su pesca y posterior subasta bajo el puente medieval de Cangas de Onís. Este ejemplar alcanza precios astronómicos y habitualmente lo adquieren peñas futbolísticas, el último fue comprado por el Atlético de Madrid, al parecer da suerte.


Para mí, su cara más amable es la del Valle de Valdeón por ser la más tranquila, agreste y desconocida, puedes ir en cualquier época del año que siempre se respira paz. Desde Caín parte la ruta del Cares, 12 km. Ida, los mismos vuelta y la unión de León y Asturias. Si este recorrido lo realizas en coche, por carretera, sería un trayecto de 105 km.

Santa Marina de Valdeón

Esta senda es de las más emblemáticas del lugar y se la identifica con Asturias, por ser Poncebos su otro cabo, pero la parte más bella, la que se refleja en las fotografías de los posters, los puentes colgantes, las cascadas, están en territorio leones.

Desfiladero del Cares

Desde Poncebos, que no es un pueblo, es una hidroeléctrica y un bar, parten varios recorridos fantásticos a pie, aún me duelen los 8 km. de subida a la villa de Bulnes, que este sí que es un pueblito coqueto de montaña.


Un camino entorno a un paisaje de ensueño y una subida, de quitar el sueño, 4 horas tuvieron la culpa. 

Hace unos años hicieron un funicular, que presta servicio con un intervalo horario de media hora y te pone arriba en un momento. En temporada alta es posible que te den el billete de subida con horas de diferencia o de un día para otro.

Funicular un fin de semana cualquiera de temporada baja ¡Para mí solita!

Preciosos los Lagos de Enol y la Ercina.

Lago de la Ercina embrujado

Y como no el Santuario de la Virgen de Covadonga.


El origen, donde tuvo lugar la Batalla de Covadonga y salió triunfal Don Pelayo, victoria por la que Asturias nunca fue musulmana.


A los lagos no se puede subir en coche ni en verano ni en fiestas de guardar, por la gran afluencia de visitantes, hay un autobús con tal fin, que al igual que el funicular es posible que tengas que reservar previamente el billete o no haya para el mismo día y es que el paraíso natural de Asturias se masifica.

Por mi afición a todo transporte de montaña y porque Cantabria es infinita, desde Fuente Dé, que tampoco es una población sino es una estación, se coge el teleférico que en apenas 5 minutos te sube a las nubes.

Circo de Fuente Dé

Un trayecto que te conduce al corazón de Los Picos, a la Plataforma del Cable, un mirador espectacular.

Mirador del Cable

Desde aquí parte la ruta a “La Peña Vieja”, pero en este caso, siempre la he dejado para los profesionales y me he limitado a pasear por las alturas, por otro mundo, donde por más calor que haga abajo es conveniente subir un forro polar.

Para acabar, las puertas principales de acceso al parque son los pueblos de Cangas de Onís, Arenas de Cabrales, Panes, Potes y Posada de Valdeón y hasta aquí la charla, te invito a que lo vivas.