Retomando entradas de mi otro blog y por aquello de que últimamente entre el curro, la actividad y el tiempo estoy algo empaná, pues Érase una
vez el Valle de Boi, un lugar idílico y único, de gran
belleza y difícil acceso, situado en el Pirineo catalán, en la Alta
Ribagorza (Lérida) y regado, principalmente, por el río
Noguera de Tor.
Un sitio verde y fértil,
rodeado de montañas, donde todo es puro y trascendente, como el aire que se
respira y la luz que ilumina las altas cumbres y donde se concentran la
mayor cantidad de iglesias DEL PRIMER ROMÁNICO O ROMÁNICO LOMBARDO de la
península.
Y ¿Cómo los lombardos llegaron aquí? Como esta bruja es amiga de batallitas… El
Imperio de Carlomagno se extendió y “cristianizó” una parte de España.
Todo empieza en el año 777, los gobernantes musulmanes de Zaragoza, Barcelona,
Huesca, Gerona fueron a Paderborn (Alemania) a pedir ayuda a Carlomagno, sus
señores estaban sitiados por el Emir de Córdoba. Ofrecieron un gran homenaje al
rey de los Francos y Lombardos, a cambio de su ayuda militar y él vio la
oportunidad de extender la cristiandad y su poder, claro, por toda la
Península.
En la llamada campaña de Roncesvalles allá por 778, Carlomagno lideró el
ejército que penetró en nuestro territorio a través de los Pirineos Occidentales, mientras que los
lombardos y burgundios cruzaban por los Pirineos Orientales.
Y tras muchas batallas y por no enrollarme más de la cuenta, que me pierden
las historias medievales, aquí un mapa, para hacernos una idea de
la extensión del Imperio que Carlomagno consiguió conquistar:
Y debería de hacer una etiqueta en el blog con el nombre: marca hispánica que ¡¡¡Me encanta esta zona!!! En la parte noreste de
la Península se asentó población de Lombardia, que se vio obligada a emigrar
por las imposiciones de Carlomagno y encontraron aquí el lugar propicio
para vivir, dejando su huella en varias construcciones.
El Valle de Boi, durante el siglo XI y XII, cuando ya formaba parte de los
dominios de los señores de Erill, se convierte en un foco de quehaceres
artísticos, reuniéndose allí grandes maestros: constructores, pintores,
ebanistas… Dando lugar a una especie de sinergia artística sin parangón en nuestra historia.
El estilo Lombardo, a los 200 años de su primer contacto con la tierra
catalana, tuvo su última manifestación en un acto sublime y grandioso, lejos de la teoría de que el románico es chaparro, sus altas torres ¡Tocan el cielo! Su techumbre parece que quieren reposar en las
mullidas nubes, el efecto visual que logran es que las espadañas son más altas
que las propias montañas que la abrigan y donde sus neveros es una constante en
cualquier época del año ¡Escaleras al cielo! Los campanarios de “Sant
Climent de Taüll” y de “Sta. Eulalia d'Erill la Vall” tienen ¡6 pisos!
Increíble para la época.
Gracias al aislamiento
del valle sus iglesias se han conservado intactas y mucho más ¡Su interior! En
la mayoría había frescos de esta época. El
Pantocrátor de “Sant Climent” y La Adoración de la Virgen en “Santa María”,
ambas iglesias en Taüll o las pinturas fabulosas en “Sant Joan” (Bohi), son tan
valiosas, que en el siglo pasado y muy a pesar de los vecinos, los frescos
fueron extraídos y se encuentran repartidos por varios museos, en su mayoría,
en el Museo Nacional de Arte de Cataluña y en su lugar hay reproducciones exactas.
Es tan singular la belleza del patrimonio artístico de esta comarca que la UNESCO la declaró, en el año 2000, Patrimonio de la Humanidad a nueve de los templos que se alzan
en el valle y aquí os traigo a siete de ellos y dejo la charla y pongo el vídeo que cómo siempre ¡Espero que lo disfrutéis!
ROMÁNICO EN EL VALLE DE BOÍ-YOUTUBE
ROMÁNICO EN EL VALLE DE BOÍ-YOUTUBE