Paseando su amargura por la Alhambra,
Recordando y llorando por Granada”
Recuerdos de infancia, la canción “Llorando por Granada” de Los Puntos que mis padres ponían una y otra vez en un tocadiscos Philips.
Este post va a ser corto, no porque no haya que contar, todo
lo contrario, que lugar se envuelve de más magia, de más historia, de más
canciones, de más leyendas que LA ALHAMBRA: LA ROJA, a mí se me escapan las palabras entre tantas
que ya se han escrito ¿Qué más puedo añadir? Son tantos sus detalles, su
armonía, su perfecta geometría, su magnífica situación y natural belleza. El
capricho de los reyes nazaríes y el deseo de los reyes católicos.
Un trocito de cielo en la tierra utopía del paraíso, donde Boabdil el Chico dejó su alma e Isabel y Fernando y sus vástagos, tras la
conquista, dejaron su cuerpo, en Granada su mayor anhelo, el último rincón de
Al-Andalus en la península.
El Partal
La vida de Boabdil, repleta
de amor, valor y corazón, la plasman de una forma clara y bonita mis
amiguitos del blog “Salud y Románico” y pego el enlace, merece leerlo: AMOR MORO.
Conjunto monumental declarado patrimonio de la humanidad,
incluso, propuesta como una de las 7 maravillas del mundo moderno. La Alhambra
está situada sobre el monte Sabika, su origen es la alcazaba y un conjunto se huertas y lares
agrícolas: El Generalife. Las primeras referencias escritas de este sitio
hablan de él como un auténtico vergel, donde la umbría apenas deja penetrar los
rayos del sol y el agua mana por todo lugar.
Para visitarla, es bueno sacar las entradas por internet a
través de la web: INFORMACIÓN Y ENTRADAS DE LA ALHAMBRA.
Un sitio cuyo mayor arquitecto es la naturaleza, su mano
siempre está presente, idílico para hacer
una residencia de vacaciones, un
complejo paradisiaco tocado por el líquido elemento y que no pierde de vista en
ningún momento el califato, en tiempos revueltos, repletos de contiendas y
batallas, desde aquí se divisa toda la ciudad, blanca y luminosa, que por la
noche, duerme cubierta en sábanas de cal.
En el medievo los reyes no iban a cazar elefantes, al contrario, se quedaban cerca para no perder ripio.
En el medievo los reyes no iban a cazar elefantes, al contrario, se quedaban cerca para no perder ripio.
Todo el equilibrio y la grandiosidad de las edificaciones islámicas, minuciosas y misteriosas, rodeadas de toda la esencia que la tierra puede otorgar, transformado en dos palacios nazaríes provistos de patios y jardines: El Palacio de los Leones y el Palacio de Comares.
Detalles Patios de Palacios Nazaries
Cuando los Reyes Católicos tomaron Granada, como es
“natural”, no dejaron “títere con cabeza” destruyendo y reformando todo lo que
oliese a religión musulmana, convirtiendo todo lo que se pareciese a una
mezquita en una iglesia. La Alhambra se salvó de la quema porque nada tenía que
ver con lo divino salvo su aspecto, propio del Edén más que de este mundo, solo
era un lugar de descanso, de esparcimiento y recreo.
Carlos V plantó en medio de ese pedacito de gloria su propio
palacio, para gloria de sí mismo, edificado por los mejores maestros y con los
mejores y más caros materiales de los que se disponían en la época, de interior
circular, con columnas, tipo pequeño teatro romano, y es que también debía
tener alguna fijación con este imperio,
adoptando por ejemplo, en la bandera
el águila imperial romana.
Una construcción ostentosa, sublime, que en cualquier otro rincón sería soberbia, pero aquí ¡Lo es más! Ante la finura y la delicadeza de los labrados ya existentes, es como una tableta de chocolate pero del de a la taza, tocho, parece mentira que el mármol luzca tan poco ante una simple casa de labor...
Una construcción ostentosa, sublime, que en cualquier otro rincón sería soberbia, pero aquí ¡Lo es más! Ante la finura y la delicadeza de los labrados ya existentes, es como una tableta de chocolate pero del de a la taza, tocho, parece mentira que el mármol luzca tan poco ante una simple casa de labor...
Aquí la peli:
Es impresionante la exactitud milimétrica entre los
distintos trazos, la cantidad de formas
y de filigranas ¡Qué riqueza más sencilla! Da ganas de dibujarlas, pero ni con
el mejor cartabón quedarían tan precisas ¡Eso es todo amigos!