“¿Debe asumirse que, a causa que somos ingenieros, la belleza no nos importa, y que, mientras hacemos nuestras construcciones fuertes y durables, no procuramos también hacerlas elegantes? ¿No es acaso cierto que las genuinas condiciones de fortaleza siempre cumplen las secretas condiciones de armonía?”
Gustave Eiffel
Érase una vez la doncella de hierro de París, de aspecto duro y equilibrado y esbelta y hermosa figura ¡Tan alta como el cielo! Una estructura perfecta en la ciudad de la luz, donde una luz se eleva sobre todas: LA TORRE EIFFEL ¡¡¡El faro de París!!!
Todos hemos oído hablar de ella y la imaginamos, pero cuando la tuve ante mis ojos, da igual lo que te hayan contado o hayas visto, es tan impresionante, tan magnífica que respiré y dije ¡Et voilà!
De tamaño titánico, 324 metros de altura y hecha con unas 10000 toneladas de hierro forjado, la más alta del mundo durante 40 años.
Se construyó con motivo de la Exposición Universal de París en 1930, que memoraba el centenario de la Revolución Francesa.
Tiene una armadura tan colosal que cuando estás debajo de ella esperando para coger las entradas y miras alrededor… ¡La cantidad de gente que se cobija bajo su sombra! ¡centenares de personas! Sabía que era grande pero ni por asomo pensaba que tanto.
He cogido este mapa técnico de la wiki para que os hagáis a la idea de la dimensión real y ni aun así…:
Subimos en ascensor y bajamos por las escaleras, si estás en forma ¡Hazlo al contrario! Jaja
Desde arriba las vistas son impresionantes, no en vano es el punto más alto de París, un mirador forjado al Sena, al Campo de Marte ¡Al Universo!
Merece la pena bajar a pie, unos 1665 escalones y mirar el esqueleto, los hierros cruzados y encajados a la perfección.
En la actualidad es un icono de París, pero no siempre fue así, la relación de este edificio férreo con el pueblo parisino fue un amor tormentoso, nunca estuvieron de acuerdo con su construcción y de hecho, se hizo con la intención de desmontarla tras la exposición, no la veían el uso, no le encontraba la belleza a un edificio tan férreo, tan sublime, tan mega todo, un monstruo de hierro que consiguió salvarse porque el ejército pensó que su situación y altura era estratégica para colocarle antenas y así fue, desde la torre se transmiten programas de Radio y TV.
A partir de los años 70 su suerte cambió convirtiéndose en uno de los monumentos más visitados del mundo, por mérito propio, una torre metálica y con luz propia.
A las HORAS EN PUNTO
Y cuando la llamo el faro de París es por algo, aquí traigo el vídeo en horas normales y punta, cuando se le encendía muchas más luces intermitentes, como si fuese un árbol gigante de Navidad todo el año…
El ritmo de la noche¡Desde mí ventana!
Y dejo un par de enlaces de mi otro blog, "La Dama de París":
"Ante los Ojos de NOTRE DAME"
Y un paseo por la ciudad del amor:
PARÍS ¡ALEGRÍA!