viernes, 21 de octubre de 2011

EL OJO DE GUEREÑA




Érase una vez un viaje al interior de la tierra, un río cuyo nombre es “Guereña” y  que desde la más lejana antigüedad se desliza oculto, su cauce no ha formado cañones  y sin embargo a su paso se forma un mundo subterráneo de unos 100 km. entre grutas, túneles y simas, es el segundo yacimiento arqueológico más extenso de España .




El monumento natural de “El Ojo de Guereña”  está situado en la Merindad de Sotoscueva, al norte de la provincia de Burgos y su nombre se debe…  el famoso “Ojo”,  es un sumidero del río, un tapón abierto, una fisura en la piedra por la que penetra el agua al interior remolinada y se esfuma, para después ¡Resurgir y ver la luz!




La explicación de este fenómeno radica en la tierra de "piel esponjosa", un suelo arcilloso, de rocas calizas con grietas por donde se filtra el agua de los ríos Guereña  y Trema. Este proceso, a lo largo del tiempo de disolución de la piedra porosa, ha dado lugar a un complejo kárstico de galerías subterráneas,  18 cuevas comunicadas entre sí, en varias alturas, formaciones fantásticas, estalactitas, estalagmitas... ¡El Valle ciego dolomita de San Bernabé!




Todo un universo en su interior, estas cuevas estuvieron habitadas desde el Paleolítico Superior a la Edad Media, sus moradores hacían vida aquí formando “una ciudad profunda”,  dejando todo tipo de huellas a su paso y nunca mejor dicho, hay la huella de un píe descalzo de unos 15000 años de antigüedad ¡Antes de ayer! Además hay pinturas rupestres,  grabados, incluso alguna cueva se utilizaba como sitio de congregación y culto.




Pero además de los vestigios históricos y aunque sus últimas poblaciones se remontan al medievo, aquí  ¡Hay vida! De los mayores atractivos del Ojo de Guereña es la diversidad faunísticas que habita en su interior, toda una fauna cavernaria, unas 150 especies, alguna terrícola pero la mayoría acuática y algunos únicos y otros, como la trucha común, sin ningún tipo de alteración genética del género de la trucha Europea, que es la que en la actualidad triunfa  ¡Una trucha troglodita!




Para visitarlo y aunque tiene 18 entradas,  solo se puede acceder desde una, la de la Cueva de San Bernabé de donde parte la visita guiada, es la puerta a un universo mágico y misterioso, que se esconde entre galerías y figuras caprichosas por los distintos niveles de un laberinto de agua, donde lejos de desaparecer, a veces alcanza alturas medias, un lugar donde disfrutar del silencio que solo rompe el líquido de la vida caer.


Para acabar con la cita, de unos 40 minutos, nada mejor  ya que no soy San Tirso, que la ERMITA RUPESTRE DE SAN BERNABÉ:




Enclavado en el interior de una cueva se encuentra este templo, con una bóveda de cañón apuntalada que data del siglo XIII y que unos cuantos siglos después, allá por el XVIII un autor anónimo la pintó con los martirios de “San Tirso” y que decir de este santo, por más santo que se sea… Las pinturas son realistas, le falta salpicarte, te ponen los pelos de punta, de un color intenso, son cuadrículas o viñetas donde se va narrando, una por una, las barbaridades que le hicieron a este buen samaritano y aunque el guía te cuenta todo, no necesitan explicación, son explícitas de por sí o no, es que las brujas no entendemos de religión ;))  ves como en una tira de imágenes todos sus milagros.




Todos los años,  el sábado día 11 de junio y si no es sábado, el sábado siguiente, se celebra la Romería de San Bernabé una tradición ancestral que une a los habitantes de las distintas villas de alrededor a celebrar en honor al santo.

Con esto solo me queda añadir que hay que visitarlo y sumergirse en su esencia y como no aprovechar y darse una vuelta por las Merindades una comarca donde se fusiona la naturaleza con el arte con la historia… Un sitio frondoso  y húmedo, las últimas estribaciones de la Cordillera Cantábrica, una parte de Burgos donde disfrutar de… todo, con un paisaje verde que se confunde con su vecina Euskadi y Cantabria.


Salto de Peñaladros


Y ¡Eso es todo amigos!