jueves, 6 de septiembre de 2018

LAS ISLAS COLUMBRETES: EL ARRECIFE DE LAS SERPIENTES



LAS ISLAS COLUMBRETES son un bello paraje del Mare Nostrum desembarco de piratas, un atolón de origen volcánico a unas 30 millas del Cabo de Oropesa-Castellón (unos 50 km).


Apenas conocidas, sus cuatro islotes visibleS dibujan un arco abierto, pero además la componen otros tantos escollos invisibles, sumergidos bajo el mar, que cerrarían el cráter de un volcán que se asienta en un fondo que alcanza los 80 metros de profundidad.


Sus nombres: la Isla Grande, La Ferrera, La Horadada y El Bergantín (en valenciano Illa Grossa, La Ferrera, La Foradada y El Carallot). Tan solo está permitido el paseo por la Illa Grossa, pero su superficie es tan pequeña que en diez minutos la has recorrido.


Sus transparentes aguas dan cobijo a numerosas especies animales y vegetales, conformando un ecosistema único y diverso, de los que más riqueza atesora en el Mediterráneo.


Sardos, Doradas, Doncellas, Indios… Y unos meros gigantes, excelentes compañeros de inmersión.


Conocidas desde la antigüedad con el nombre de Ophiusa y también con el de Columbraira, con ellas se toparon fenicios, griegos y romanos, aparecen en los escritos de Estrabón o Plinio, ambos, heleno y latino, las calificaban como las islas de las serpientes y no les faltaba razón, había un gran número de víboras.

Su nombre Columbrete ya lo dice todo, procede del latín “columber”: culebra.


A mediados del siglo XIX se construyó el faro que está en la Isla Grande, los trabajadores que lo obraron tuvieron problemas con las picaduras de los ofidios, así que se tomó una decisión salomónica: se quema la isla, acabando con su plaga más endémica.

Aunque creo que han sido varias las veces que las han quemado, consiguiendo a su vez, que su tierra sea árida, rocas sin apenas vegetación ni fauna.


Tras las barbaridades y el espolio a las que fueron sometidas, en los años 80 fueron muchas las denuncias para su protección de grupos de activistas y ecologistas, así fue como se consiguió que fueran declaradas RESERVA NATURAL Y RESERVA MARINA.


Actualmente está habitada a veces por científicos y biólogos marinos, es un espacio protegido, donde sólo está permitido fondear en el entorno a la Isla Grande, en grupos reducidos.


Para visitarlas se organizan excursiones desde varios puntos de Castellón: Peñíscola, Alcocéber, Oropesa… En temporada alta hay que contratarla con tiempo porque sólo pueden ir al día un número limitado de personas.