“LA MANCHA es de un color, que no puedo expresar, mitad
magia y mitad desolación” así define el grupo de rock urbano Asfalto a este enclave, tierra de campos, llana, de molinos y humedales, de casas encaladas con
el zócalo en azulete, donde en días de verano reverberan los rayos del sol
dando luz sus muros, como un espejismo.
Habitada desde la noche de los tiempos de rica historia, sin
embargo, más conocida a partir de las vivencias de su paisano el ingenioso hidalgo
Don Quijote de la Mancha, las huellas de sus gestas están presente en toda la
Comarca, fomentando cada lugar a los que hace referencia el relato, incluso,
trayendo al hoy el yantar del siglo XVII, esos “duelos y quebrantos” bajos en
calorías… sumado a toda una carta cuyo nombre del plato dice todo: Ajopringue, Gachas,
Migas, Atascaburras… Comida sólida, consistente y rica, rica.
De los libros más traducidos habiéndose
adaptado a 49 idiomas, a través de la imaginación de tan ilustre personaje se muestra el cálido
universo manchego paso a paso, entre gigantes y grutas, desde la Sierra de los
Molinos en el Campo de Criptana a La Cueva de Montesinos, cercana a Ossa de
Montiel, donde tuvo lugar el encantamiento literario más famoso de todos los
tiempos, quien le iba a decir a Alonso Quijano que ha cambiado este paraje con
sus sueños invitando a soñar a todo aquel que se adentra en él.
He hecho el vídeo con la canción de “Rocinante” me trae
lejanos recuerdos de infancia y he mezclado varios viajes, incluso, las fotos
de Villanueva de los Infantes están escaneadas, más no podía faltar, y lo
utilizo como introducción a esta comunidad hechizada.