Jánovas
El Condado del Sobrarbe se encuentra en el Prepirineo Aragonés. En su parte más baja, la antesala del Valle de Ordesa y
Monte Perdido, en la vertiente regada por el río Ara está el Valle de la Solana.
Un nombre que es todo un presagio, en él se esparcen como motitas de piedra una sucesión de villas medievales dispersas a ambas orillas, fantasmagóricas, apenas unas ruinas que dormitan entre azules y verdes.
No deja de ser paradójico que un sitio
tan bello esté casi deshabitado.
Hablar de JÁNOVAS es hablar de un lugar
idílico dotado de toda la magia que la naturaleza puede regalar, un rinconcito
que rezuma frescura como el agua que corre de su fuente.
Donde apenas queda la osamenta de algunas
de sus casas al abrigo de la montaña y la torre de su iglesia, que se asoma
escondida entre la vegetación y la densa arboleda:
En el interior del templo se conservan
las pinturas del siglo XVIII garabateadas por el abandono.
Y su pórtico románico que para
salvaguardarlo de la desidia luce como una puerta al viento en la pedanía de
FISCAL, la cabeza de la comarca.
Fiscal
Sin embargo, sigue vivo, gritando a voces
la historia de un absurdo que en la actualidad sigue latente, la razón de la
sin razón, defendida, esta segunda, con todo el derroche de poder del que se
puede hacer gala, ante una población indefensa que sigue luchando contra tanto
sin sentido.
Voy a hacer un relato de un embalse de
papel o por ser el sitio que es, de aire limpio y puro, hubo un tiempo en que
España era una dictadura y en la década de los 50 se ve que el caudillo, alías
Paquito, se aburría y casi inunda la península, prueba de ello es la provincia
de Badajoz ¡Con el agua al cuello!
Volviendo a Aragón, se le ocurrió la
brillante idea de hacer en esta vaguada un pantano colosal, que produciría
electricidad a espuertas, y a su vez, abastecería de agua a los Monegros. Si hay
algo de lo que nunca ha carecido esta comunidad es del líquido elemento, salvo
los Monegros, que es una zona casi desértica ¡Bien bonita! Y que unos la
quieren hacer de regadío, otros convertirla en las Vegas, en fin, una gran
causa “sin duda”.
Aquí empezó el acoso y derribo, nunca
mejor dicho, en la década de los 60 el Estado cede todos los terrenos, con o
sin dueño, a Iberduero, la actual Iberdrola (un bastión del país) y empieza la
expropiación. Algunos habitantes se negaron a marcharse pero al parecer, como
no tenían que estar, volaban las casas vacías así, por las buenas, sin previo aviso ¡Esto es la guerra!
Siguieron talando los árboles y asolando
los campos, las huertas, destruyendo caminos y regueros, cercando más y más a
los pocos que allí resistían.
La inspección provincial de Huesca se
negó a cerrar la escuela del pueblo mientras estuvieran matriculados niños y la
decisión siguiente fue salomónica, un empleado de la empresa derribó la puerta
del colegio, sacó a la profesora por los pelos y a todos los niños a empujones,
para continuar cortando el suministro de luz y agua.
Hubo una familia que resistió hasta bien
entrados los 80, ya en democracia, pero lo más alucinante de esto es que el
embalse nunca se construyó y que ha fecha de hoy sigue siendo un conflicto, ese
dique titánico nunca tocó suelo. Entre unos y otros, porque claro, Iberduero/drola contaba con una subvención del Estado, de esas que salen de nuestros impuestos
y pagamos todos y aquí si que no voy a entrar, porque manda huevos.
Entrado el siglo XXI la empresa seguía
sin efectuar obra alguna, puesto que no tiene seguro si sería rentable o no,
mientras tanto, los lugareños seguían emprendiendo acciones legales, hasta que
en el año 2008 una resolución del Ministerio de Medio Ambiente ¡Aleluya! Anula
la concesión de la edificación de la presa por el impacto medioambiental que
esta generaría.
En la actualidad los vecinos de Jánovas
siguen de pleitos para conseguir recuperar lo suyo y volver a sus raíces, todo
es propiedad de Iberdrola y lo que en su momento fue un desahucio forzoso,
donde se vieron obligados a aceptar el pago que les impusieron y a migrar a las
ciudades de los alrededores, mayoritariamente, pues ahora no, ahora se tasa en
euros y pretenden que los legítimos herederos paguen por ellas el gravamen
económico de 60 años, cuando lo más gravoso, fueron los modos y el estado
lamentable en el que se encuentran sus hogares, que solo restaurarlos cuesta un
pico.
Para llegar ya no hay carreteras, la
civilización hace tiempo la dejó a un lado, pasados unos 10 km. la población de
Fiscal por la carretera nacional 260 dirección Boltaña, al lado derecho se ve un cartel grande donde pone Jánovas, a partir de aquí a pie, a
través de un puente colgante que cruza
el río se accede a este paraje en apenas 10 minutos.