LA CHORRERA DEL HORNILLO es un salto de
agua de apenas 10 metros de altura que se encuentra en el interior de un paraje
delicioso de la Sierra de Guadarrama, en las estribaciones del Monte Abantos,
cerca del lugar de recreo y retiro de Felipe II, su capricho, donde se sentaba a contemplar, a
soñar…
Situada en uno los lugares más agrestes
de la Comunidad de Madrid, lindando con la provincia de Ávila, entre las
poblaciones de Robledondo y Santa María de la Alameda.
Desde el sitio de El Escorial se toma la
carretera que asciende al Puerto de la Cruz Verde, punto de encuentro de los
amantes de las dos ruedas y donde cada fin de semana se concentran decenas de
moteros a disfrutar de un horizonte fantástico ¡A vista de rey! O ¿De buitre?
Lapsus: Abantos deriva del nombre abanto cuyo significado engloba distintas
especies de buitres como el negro, el leonado... Muy numerosos en esta zona,
bueno lo mismo puede ser a vista de las dos cosas incluso a la vez.
Pasado Robledondo a unos 5 kilómetros
está el puente del Aceña y el aparcamiento desde donde parte una ruta sencilla
perfectamente indicada.
El camino te sumerge en un inmenso pinar,
en el interior de una densa arboleda, siguiendo los pasos del líquido elemento
en apenas 1 kilómetro se llega a la cascada que forma el arroyo Aceña.
Luce tan caudalosa y espectacular como si un gran río la nutriese: La Chorrera del
Hornillo, siendo primavera y habiendo llovido bastante este invierno está
pletórica, rebosante.
Entre bosques y praderas la ruta continúa, circular, de apenas 5 kilómetros y unos 200 metros de desnivel, una andadura fantástica que te sumerge en la naturaleza en estado puro, ideal para escapadas con niños.
Durante el recorrido hay varios cercados con vacas y caballos que siempre le llama la atención a los peques y más si son de ciudad. Un rumbo de lo más refrescante para pasar un gran día.