Hablar de TRUJILLO es hablar de uno de
los pueblos con más solera y encanto de la península, villa de rancio abolengo
cuna de conquistadores, con los pro y los contra que trae consigo la palabra
conquistar, aventureros que partieron un día en busca del Dorado y retornaron
vestidos en oro.
Situado en la dehesa extremeña, al sureste de Cáceres, tierra de encinas cuyos frutos dejan muy buen sabor. No conozco a nadie que vaya a esta comunidad y se alimente mal, el yantar ¡También es ilustre!
Famosos son sus productos ibéricos, los jamones y todo lo elaborado a partir del cerdo, ese queso que es toda una delicatessen: la torta del Casar. La cocina tradicional sumada a una materia prima de excepción y lo abundante en la mesa, se come no sé si para ocupar un continente o para echar una siesta de brujona.
Imagen: http://www.turismotrujillo.com/
Famosos son sus productos ibéricos, los jamones y todo lo elaborado a partir del cerdo, ese queso que es toda una delicatessen: la torta del Casar. La cocina tradicional sumada a una materia prima de excepción y lo abundante en la mesa, se come no sé si para ocupar un continente o para echar una siesta de brujona.
Su casco antiguo amurallado se levanta sobre una cantera, los pilares de las primeras edificaciones brotan en el firme
de granito.
Habitado desde la prehistoria, despunta
en tiempos de los romanos con el nombre de “Turgalium”, fue prefectura de la
capital del imperio lusitana “Augusta Emerita”, de esta época son los antiguos
baños públicos, la alberca.
Allá por el siglo X se construye el
aljibe árabe Altamirano:
Vestigios de la
rica cultura hispano-musulmana y el agua ¡Fuente de vida!
Conocida como “Torgiela” en su etapa
califal, el castillo asentado en la cima del cerro “Cabeza de Zorro”, con su
arco de herradura a la entrada, las cisternas en el foso y todo el conjunto de
la muralla, construida en algunos tramos con mampostería romana, son sus contraseñas.
Son tantas las huellas del ayer a cada
esquina, a cada paso, es tanto su patrimonio arquitectónico, desde la emblemática Torre Alfiler, que forma parte de la alcazaba, decapitada y reconvertida en torre de homenaje por Isabel la Católica, a sus templos, activos e inactivos, en origen mausoleos, que es lo normal y lo raro es, que
siguen tal cual hoy, siempre mirando al fondo no a la forma, en sus suelos gastados se
leen los nombres de los que yacen allí su sueño eterno.
Iglesia de Santa María-Sepulcro de Diego García de Paredes (El Sansón de Extremadura)
La iglesia de Santa María se erigió sobre
una mezquita, de estilo románico tardío a sufrido un sin fin de
modificaciones, la última bien entrado el siglo XX y aquí la curiosidad, son
tantos los emblemas que existen de las familias originarias de esta población
¡Hay tanta celebridad! En la torre Juliana, la más alta de la parroquia, el
simpático del restaurador plantó, entre los “taitantos” escudos que tiene, el
del Athleti Club de Bilbao y con este ¡Ya están todos!
Torre Juliana la del fondo
Destaca también la Iglesia de
Santiago, aunque no está abierta al culto se mantiene como museo y es el
panteón de la familia Tapia.
Detalles Iglesia de Santiago
Simbólica la figura de bronce de
Francisco de Pizarro, diseñada por un escultor norteamericano al inicio el
siglo pasado, realizó 3 tallas igualitas, las otras 2 una se encuentra EEUU y
otra en Lima.
Enclavada en el centro del municipio: la Plaza Mayor, donde aún se percibe el aroma de sus días de mercado, organizados por gremios, era el lugar donde se desempeñaban los oficios en la lejana Edad media, el arrabal de la antigua ciudadela.
A la luz del Nuevo Mundo y con las
fortunas que sus colonos habían amasado, el zoco se convirtió en el centro
social y económico, en su ámbito se construyó: la iglesia de San Martín, varios edificios institucionales y alguna casa solariega, llegando así hasta nuestros días:
porticada, amplia, grandiosa y con estatua ecuestre.
Plaza Mayor (Torre Alfiler, muralla, iglesia de Santiago y de Santa María)
Además de Francisco Pizarro y su
conquista del Perú, muchos son los personajes insignes naturales de este
municipio: Francisco de Orellana que descubrió el Amazonas, Francisco de
Chaves... Diego García de Paredes, cuyo apodo era “El Sansón de Extremadura”, o
sea, menuda bestia parda debía estar hecha, evidencias aparte o lo evidente es:
eran guerreros, soldados fuertes y valientes y todo lo demás, es historia.
Un renacimiento floreciente, la abundante
riqueza de aquellas lunas se respira en todas sus calles, en sus numerosos
palacios, que, junto a los numerosísimos blasones de quién es quién y de quién,
aunque una vez unificada España lo “de quién” estuvo claro ¡Del rey! Llegados
a este punto, no me enrollo más y me voy al
hoy.
En la actualidad apenas llega a los 10000
habitantes y vive, fundamentalmente, del turismo, es de las ciudades más
visitadas de Cáceres y ha sido propuesta como patrimonio de la humanidad.
Dispone de todo de tipo de instalaciones y servicios para facilitar una
estancia más que agradable y es que sus paisanos ¡Hacen y mucho!
Hay visitas guiadas que se organizan
desde la Oficina de Información y Turismo, en apenas 2 horas se hace un
recorrido muy interesante, tan fluido que se hace corto, el precio es de 7 € y
te da la ocasión de conocer la mayoría de sus edificios emblemáticos, incluida
la casa de Pizarro, por fuera y por dentro.
Desde este blog animo a todo aquel que no
la conozca, porque quien la conoce repite ¡Repetiré! A que se pierda por estas
tierras de la profunda “Extrema y dura” ¡Te gustará! Y añado el montaje de un viaje mojado...
¡Eso es todo amigos!
¡Eso es todo amigos!