Arriba: Castillo Templario de Ponferrada - Abajo: Castillo Templario de Cornatel
Y después de publicarlo en mi blog original y tras pensar que no hay mayor construcción que una fortaleza, lo que representan en su origen, la de historia de pueden narrar sus piedras, todas las batallas que han surgido ante sus inertes y fríos ojos, una mirada tan dura como impenetrable... Me he dicho: ¡Cuadra en la etiqueta de construcciones con luz propia! Y total, una entrada puede estar en uno, dos... blogs ];)), aunque en este caso lo igualito es el vídeo.
Siempre me han apasionado los relatos medievales, una es de imaginación fácil y cuando visito un castillo ¡Vuelo! Más que entrar, me adentro, me gusta más que su interior, sus entrañas, es como si las voces del pasado fuesen los ecos del presente y a cada paso te susurra un secreto.
Y tras la charlita traigo los dos castillos Templarios del Bierzo, el más popular: EL CASTILLO DE PONFERRADA, cuyo origen... mejor dicho el origen de Ponferrada es un Castro Celta, que en tiempos de los romanos se convirtió en una ciudadela hasta la “caidita” de Roma.
En el año 1212 el rey de León Alfonso IX, a cambio de la cesión de algún territorio, dona Ponferrada y gran parte de “El Bierzo” a la Orden del Temple, que amplían la fortaleza para proteger y cobijar a los peregrinos del Camino de Santiago.
Situado en el lugar más elevado de la urbe y al lado del río Sil, cumplió durante años su función de salvaguardar la Villa, que en la Edad Media estaba completamente amurallada. Tras la desaparición de los Templarios, el castillo siguió creciendo durante los siguientes siglos y para distinguir las diferentes etapas hay varios escudos incrustados en la piedra, los blasones de las familias que lo habitaron y contribuyeron a la ampliación.
Y ahora me voy al que me sorprendió en el camino EL CASTILLO DE CORNATEL:
Copio una cita literaria que no lo puede definir mejor: “Por fin, torciendo a la izquierda y entrando en una encañada profunda y barrancosa por cuyo fondo corría un riachuelo, se le presentó en la cresta de la montaña la mole del castillo iluminada ya por los rayos del sol, mientras los precipicios de alrededor estaban todavía oscuros y cubiertos de vapores” EL SEÑOR DE BEMBIBRE-Enrique Gil y Carrasco.
Situado en el término municipal de Priaranza del Bierzo, su origen también es un castro que en época de los romanos tuvo actividad militar por su cercanía con el mayor yacimiento aurífero del imperio “Las Médulas”.
Su nombre “Cornatel” es relativamente reciente, aquí se alzaba EL CASTILLO DE ULVER, un bastión importante en época de la reconquista, enclavado en una roca en un paraje elevado, abrazado por las montañas y salvo por un franco ¡Inaccesible! Rodeado por una hondonada tan escarpada que en algún rincón da vértigo asomarse, aunque, podría estar horas rodeando su muralla disfrutando del entorno tan bello como la naturaleza.
Aquí los Templarios también estuvieron presentes dándole un toque más misterioso al lugar y de aquí también desaparecieron un día casi por arte de magia. Este castillo siguió teniendo actividad hasta el siglo XVII. En la actualidad lo están restaurando y se puede visitar, para mí ¡Las mejores vistas de toda la Comarca del Bierzo!
Y ¡Eso es todo amigos! Dejo el vídeo cuyo banda sonora es una pasada y las flores para mi Elva que es una ¡Crack!