miércoles, 9 de agosto de 2017

CORO BAJO DE LA CATEDRAL DE TOLEDO: MISERICORDIAS

Misericordia 17: Diablo de figura semi-humana trotando sobre camello. El mal a lomos de la humildad.

Para cantar a TOLEDO no hace falta ser toledana, ciudad imperial, la de las tres culturas, levantada en alto, en la cima de un altozano al abrazo del río, del Torno del Tajo


LA CATEDRAL DE SANTA MARÍA, según consta en la inscripción aparecida en el Claustro, se remonta al reinado de Recadero, después, en la España musulmana fue mezquita.

En el siglo XI Toledo fue tomada por Alfonso VI prometiendo tolerancia con las creencias de los pueblos conquistados. No contó con su mujer Constanza y el obispo Bernard de Sedirac, ambos de origen francés que, pese al enfado posterior del rey, aprovecharon una ausencia del mismo para usurpar la mezquita y consagrarla al rito católico.


Estoy acordándome de una serie de televisión “Al final del Camino”, la emitieron a primeros de este año, una mezcla de realidad y ficción donde se plasma la construcción de la Catedral de Santiago y la vida de Alfonso VI y Constanza en la capital del reino visigodo.

De esos tiempos de gloria ni rastro queda, la catedral que llega a nuestros días es gótica, una construcción fantástica, alta, de naves inmensas y  bellas vidrieras, pompa y luz, la segunda más grande de España.


El gótico es el último eslabón de la Edad Media, una época inestable, enraizada en los hábitos ya existentes y suspicaz con su presente. Sus representaciones tienen algo de profano y de divino, mezclando las dos facetas: costumbre y religión.

En la nave central del templo se encuentra su Coro, separado del altar por una nave de crucero. En lenguaje de niños: está en el cuerpo, bajo los brazos y la cabeza de la iglesia.


Su Coro Alto ha sido modificado en alguna ocasión, compuesto de esculturas de alabastro de Berruguete y Vigarny.

Desde la reja de acceso, a la izquierda las del escultor español, los claroscuros los carga de fuerza y de vida, a la derecha, las del escultor francés, armónicas, perfectas pero bastante más frías. 


La sillería del CORO BAJO es la joya de la corona, conservando la fábrica original tardo gótica, cincuenta sitiales cuyos respaldos, brazales y misericordias son un manifiesto iconográfico.

Rodrigo Alemán plasmó esta obra de arte sin ejemplos cercanos en los que inspirarse. En esta época, los muebles de interior de nuestras colegiatas carecen de decoración elaborada, lo que incrementa su mérito, utilizando como modelos tallas, cuadros, estampas… Procedentes de los Países Bajos.

En España solo hay dos sillerías más de esta valía y de este periodo, las de los coros de la Catedral de Plasencia y la de Ciudad Rodrigo. Las tres son obras del mismo maestro, que hizo un despliegue de fantasía ilimitada en cada una de ellas.


En mi última visita a la Catedral me he entretenido en una curiosidad que despertó en mí Eugenio Alarza Campo, gracias a él tengo el mapa de situación y consigo colocar cada talla en su debido sitio, pudiendo numerarlas y facilitándome su comprensión. Tras dos horas haciendo fotos ¡Una locura! Su publicación me ha sido de inestimable ayuda.


En su honor voy a coger la definición de la R.A.E.

MISERICORDIA:

Del lat. misericordia.
1. f. Virtud que inclina el ánimo a compadecerse de los sufrimientos y miserias ajenos.
2. f. Pieza en los asientos de los coros de las iglesias para descansar disimuladamente, medio sentado sobre ella, cuando se debe estar en pie.
3. f. Puñal con que solían ir armados los caballeros de la Edad Media para dar el golpe de gracia al enemigo.
4. f. Rel. Atributo de Dios, en cuya virtud perdona los pecados y miserias de sus criaturas.
5. f. p. us. Porción pequeña de alguna cosa, como la que suele darse de caridad o limosna.

La primera acepción no está mal, pero prefiero amor a misericordia. Me quedo con la segunda, ese asiento donde plantar el culete en las largas horas de liturgia. Bajo ellas, hay tallas que solo eran visibles para los asistentes al coro y que no consigo ver su sentido práctico, sí el didáctico.

Misericordia 27: Hombre cubierto de vello sobre un noble caballo.

Este vídeo contiene 49 de las 50 representaciones que se encuentran bajo las misericordias toledanas, ordenadas de acuerdo al mapa del coro, empezando por el sitio nº 1 y acabando por el nº 50, acompañadas de la magia del violín de Lindsey Stirling con el tema “River flows in you”, el río fluye en ti.


Con una temática de los más diversa: mitología, bestiario, refranes, tradiciones, leyendas, erotismo… Plasmadas con todo lujo de detalles, sin limitarse a la Ley de Dios o a los pecados, sino también, exponiendo las faltas y virtudes de la convivencia diaria, vicios y pudores reflejados de forma clara, incluso escatológica.

Entre los oficios que se representan:


Aunque la más representada es la de hilandera, hasta los cerdos hilan. Refrán medieval: "vase mi madre, puta sea quien más filare" o en "La Celestina" que se refiere a hilar como a la profesión activa más antigua del mundo: puta.

Cincelando en la madera juegos prohibidos en la época, como los naipes y todo tipo de juegos carnales, la lujuria brilla en todas sus vertientes, en baños públicos mixtos que favorecían la lascivia o a través de temas como la de Phipis cabalgando sobre Aristóteles.

* La mujer que monta sobre el joven y la cortesana a la que paga el fraile llevan un huso en la mano.

Entre cerdos, camellos, monos, gallos, gallinas, lechuzas, caballos, zorros, osos y serpientes… Castor, sirenas, tritones, dragones, unicornios y todo tipo de bicho apenas identificable.


Contiendas entre hombres salvajes, cubiertos de pelo, con hombres de piel desnuda, el hombre corrompido y el hombre puro, entre frailes y demonios, dragones y leones, el eterno dilema entre el bien y el mal.


Junto a la sabiduría de los dichos populares ¡50 maravillas!


Los tableros de los respaldos narran gestas de los Reyes Católicos a los musulmanes hasta la conquista de Granada a Boabdil el Chico. Desde el acceso al recinto, a la derecha pueblos de Málaga, a la izquierda los de Almería, en frente, Granada.

Perfilado al milímetro lanzas, ballestas, flechas, ejércitos enteros y torres y en cada torre, el nombre de la ciudad vencida. Sin cronología, no son exactamente las campañas de la guerra a Al-Ándalus sino arquetipos de las mismas.


Para terminar y aunque no verá esta entrada, quiero agradecer de una forma muy especial al señor mayor que me abordó cuando hacía fotografías y me acompañó durante gran parte de la visita, explicándome detalles como el del escudo de armas de la catedral. Resultó ser un jubilado cuyo trabajo fue guía de la catedral, a veces la suerte está de cara, mi cicerone fue un guardián del templo y bien pensado ¡Le tenía que haber invitado a una fresca! Hubiera aprovechado bien el tiempo.

Son muchos los tesoros que guarda el interior de la catedral y muchos más el interior de la muralla de la alegre Tulaytulah y es que para cantar a Toledo, no hace falta ser toledana.