viernes, 10 de febrero de 2017

LA COSTA DE ASTURIAS: PUEBLOS Y PLAYAS


Mi recuerdo de este viaje es un mar sereno besando las rocas, un sol de invierno que sí calentaba y un cielo azul.


Hablo de ASTURIAS y las verdes praderas que la cubren, de la hierba fresca perenne como la lluvia que la acompaña todas las estaciones del año. Hablo del Cantábrico, bravo y profundo, de mil azules, abundante y desconocido, puerta de temporales del norte, de grandes y fuertes olas que dibujan una costa fantástica, con acantilados abisales, donde mirar abajo en algún caso provoca vértigo.


Un paraíso natural donde el agua es arte y parte y puedo añadir: ¡A veces la suerte está de cara! Este vídeo es un breve vuelo por el litoral asturiano con el tiempo a favor.


Por sus pueblos de pescadores posados en las laderas, de estrechas y empinadas callejuelas y casas colgadas de colores que se asoman como farolas al mar.


Hay algunos que son anfiteatros urbanos que rodean la montaña adaptándose al terreno como un guante. La forma en que están cimentados es el conjuro protector a la cólera de Poseidón.


Es un placer sobre las doce de la mañana, la hora del vermú, bajar a cualquier bar de cualquiera de los puertos y disfrutar del aperitivo, de los bígaros, de las navajas… del mar a la mesa.

Entre las villas marineras hay tres, que no sólo son de los pueblos más bonitos astures, sino también, están considerados de los pueblos más bonitos de España: CUDILLERO, TAZONES Y LASTRES.


POR SUS PLAYAS, que son una delicia para los sentidos y para los amantes de los deportes acuáticos ni os cuento.


No hay como disfrutar de la hora bruja con el olor de la sal y el canto de las olas.


Entre ellas destaco la que dicen es la más pequeña del mundo, lo que sí aseguro es que es la única que conozco situada tierra adentro, por raro que parece desde su orilla no se ve la línea del horizonte que separa el mar y el cielo: LA PLAYA DE GULPIYURI.


Un Cantábrico salvaje golpea como martillo el acantilado calizo, abriéndose paso dentro de él, formando en su interior una cueva cuyo fondo se ha desplomado, dando lugar a este capricho de la naturaleza de arena fina y dorada. Este tipo de depresión circular del terreno que se conoce como "torca"

Se accede a ella andando, en un corto camino que sale del municipio de Naves (Llanes). 

POR EL CABO DE PEÑAS, la coordenada más septentrional del Principado y de sus enclaves más pintorescos, una seña de identidad. Un precipicio de más de 100 metros de profundidad donde sacar la cabeza más que vértigo da yu-yu.


De los lugares más mágicos de nuestra geografía, parque natural, desde su ubicación se puede divisar gran parte del litoral asturiano, incluso, los Picos de Europa. Su faro luce desde mediados del siglo XIX, con anterioridad, en este punto tan escabroso, para evitar los numerosos naufragios, se encendían hogueras en la noche para indicar el camino seguro a casa a los marineros.

Asturias es una ventana a la España Verde, comunidad histórica, la más montañosa de la Península y la que cuenta con más espacios naturales protegidos. En esta entrada no voy a enrollarme más, poco a poco, como poco a poco se descubre este vergel tocado en tierra y mar por la varita de Gaia.