Éramos tan parecidos y tan diferentes, en nuestra forma de
pensar había un océano de por medio. Tú camino fue largo y trabajado, era lo
que te gustaba, cualquier trasto te valía, todo se aprovechaba y dependiendo de
la ocasión, tus manos creaban una cosa u otra. Lo que se necesitase, desde una
casa, pasando por todas “sus plantas”, a un altavoz, a el corte de pelo que
luce tu bella dama, mi madre.
“Lo que haga una persona, lo puede hacer cualquier otra”, me
decías siempre con toda la certeza de un hombre observador, abierto a aprender
fuera cual fuere el oficio, insaciable, con la curiosidad de un niño hasta el
último día.
Tú ida ha sido tan fugaz que ni
los lestrigones, ni los cíclopes, ni siquiera la cólera de Poseidón han salido
a tú paso, has llegado a nuestro destino con toda la fuerza de la vida, allá
donde estés hoy ¡Están de reformas!
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Cuando tengo la necesidad de perderme el
Parque del Retiro siempre me encuentra.
En el corazón de Madrid, un rincón envuelto de naturaleza donde respirar aire puro.
Palacio de Cristal
Esa adolescencia a la sombra de “Alfonso XII” donde nos
juntábamos sabiamente tribus de todo lugar, un punto de encuentro donde una
guitarra y el bongo marcaban el ritmo.
Estanque y Monumento a Alfonso XII
Esas oposiciones que preparé a la sombra de la copa de un gran pino, esperando que un ángel se me apareciese, oye, y se me apareció.
Fuente de El Ángel Caído
El Paseo de las Cocheras testigo te tantas “wayas”, patines
con los que corto el viento y que alguna vez que otra me han hecho volar.
Los primeros pasos de mis hijos…
La Rosaleda
Su origen se remonta al siglo XVII cuando el Conde-Duque de
Olivares regala estos terrenos, en torno al Real sitio de El Retiro (Monasterio
de los Jerónimos), al rey Felipe IV. Ahí manda edificar palacios circundados de bellos jardines creando un espacio de recreo para la Corte. Pasó a ser propiedad municipal tras "La Gloriosa", que dio a luz a la Primera República.
Fue el primer zoo de Madrid, Carlos III mandó construir la
casa de los animales en la Cuesta de Moyano, creando el segundo zoo más grande
de Europa de la época. En el siglo XVIII y principios del XIX más que por un
fin científico porque le gustaba a la aristocracia ver las peleas de leones y demás animalitos.
En el reinado de Fernando VII las instalaciones son
ampliadas y trasladadas a la puerta de Sainz de Baranda, donde permanece el zoo
hasta 1972.
Peculiar es, que en una de sus esquinas guarda las ruinas románicas de La Ermita de San Isidoro o San Pelayo, que han llegado a este parque proveniente de la vecina Ávila.
En la actualidad suele haber exposiciones tanto en El
Palacio de Cristal, cómo en El Palacio de Velázquez y La Casa de Vacas. Cómo
es mi blog voy a dar mi opinión, lo normal es que las que hay en el Palacio de
Cristal y en el de Velázquez son difíciles de ver, aunque puedo añadir, a ver
si lo mejoran, que no he visto una buena. Son tan modernas y creativas que yo no
encuentro el arte por ningún lado, amén de que lo tengan.
Palacio Cristal (exterior e interior)
En la Casa de Vacas sin embargo sí he visto muchas de hacer
cola, aún recuerdo una de fotografía de “National Geographic” o una de carteles
publicitarios… Surtidas y peculiares.
El recuerdo de un bosque autóctono que se convirtió en ciudad, donde el trino de los pájaros transforma los sonidos urbanos en melodía. Mi Retiro y mi viaje a Ítaca.