Un rinconcito de nuestra geografía que no cuenta con popularidad suficiente para ser visitado, sus infraestructuras y sobre todo su turismo es bastante reducido, sus pueblos apenas están habitados y tienden a la despoblación, sin embargo cuenta con un encanto natural propio indescriptible ¡Un paraje embrujado!
En su vertiente sur, en la dulce Guadalajara, LA LAGUNA DE SOMOLINOS es un lago de montaña que acoge todos los años el ir y venir de las aves migratorias, un remanso de paz cuyo silencio solo rompen los patos, la fauna en general que se esconde entre los juncos y si en vez del agua miras al cielo en sus paredes anida una colonia de buitres que en mi deleite hacen que pierda la mirada en sus vuelos majestuosos.
Un lugar frío y duro habitado desde la más remota antigüedad donde las leyendas van sucediendo como por arte de magia, la huella del Caballero San Galindo, un ilustre hidalgo que yace en la capilla que mandó construir con tal fin en Campisábalos, se dice que pertenecía a la orden de los Templarios...
Un lugar frío y duro habitado desde la más remota antigüedad donde las leyendas van sucediendo como por arte de magia, la huella del Caballero San Galindo, un ilustre hidalgo que yace en la capilla que mandó construir con tal fin en Campisábalos, se dice que pertenecía a la orden de los Templarios...
Su románico rural de factura excepcional, los templos porticados que abundan en toda la Comarca y como únicas las filigranas de los ventanales de Santa Coloma de Albendiego, el efecto de la
luz, las formas que se ven por fuera tienen su propio reflejo dentro, lo que
apenas se distingue en su exterior en su interior reluce y viceversa: la
perfecta geometría.
Me recuerda a que mi escasa habilidad en la papiroflexia se
limitaba a doblar una servilleta de papel muchas veces y luego cortar
triangulitos, arquitos a los lados, cuando desplegaba el papel quedaba bonito
como un tapete.
Para todo aquel que la conozca y para el que no, que se
anime o imagine como es este remoto lugar que a pesar de estar a menos de 150 km . De Madrid cuesta
llegar, las carreteritas tienen su aquel... cuando tenga tiempo y verborrea ¡Sigo! Aquí dejo la peli de este perímetro de la Sierra de la Pela.