Caigo en el tópico de llamarlo el más bonito ¡Qué mejor
reclamo! En mi opinión: está en los TOP-10 ya que la belleza es cuestión de
gusto o para gusto los colores, no diría que es el número 1 porque para mí no
existe, aunque ALBARRACÍN ES UNA JOYA
TALLADA EN LAS ENTRAÑAS DE MONTAÑA.
Villa amurallada situada a más de 1000 metros de altitud que
parece emerger de la roca, rodeada por
el río “Guadalaviar” en el corazón gris de “Los Montes Universales”, un lugar tan frío y
duro como escaso en lluvias al que ni el verde abrazo de “Los Pinares de Ródeno”
dulcifica el aspecto.
El acceso a esta pedanía es complicado, la carretera es
bastante mala, más bien, es un buen camino, aquí un día de un lejano pasado el
reloj se paró y todo permanece tal cual como si el futuro tampoco hubiese
llegado, a pesar de tener un entorno agrícola rico, fértil y una sierra repleta de
tupidos bosques, la explotación forestal es casi nula, la industria tampoco
hizo acto de presencia en estos lares que cada día están más despoblados y los
pocos que allí quedan ven cómo crecen los pinos.
"Al Banu-Razín", nombre de la familia aracena que le dio identidad, dentro del desamparo que sufre toda esta comarca se puede decir que la ventura le sonríe y es que es como una postal, da igual que pose desde abajo, desde arriba, desde el sur, desde el norte, en toda posición brilla alegre y encarnada con su belleza mora y cristiana.
Muralla Cristiana y Castillo Islámico
Nace en la falda de la montaña, una construcción circular y
vertical donde los balcones de las casas ¡Cuelgan al aire! Formando un
laberinto de callejuelas empedradas y empinadas, una encrucijada de arcos y
pasadizos.
Casonas de 2 ó 3 plantas que se yuxtaponen las unas sobre las otras, los tejados se saludan El tono rojizo orgánico de sus fachadas y la teja musulmana, la forja, los blasones que hablan de todo su esplendor.
Es monumento nacional por su singular encanto y parte de este se debe a un personaje más que ilustre: Adolfo Jarreta Cuartel, un maestro herrero que ejerció su profesión con toda la dedicación y su mimo en este sitio, el museo de la forja se creó en su honor y expone de forma permanente parte de su obra, aunque para ver su devoción y el amor con el que culminaba su trabajo solo hay que darse una vuelta por el pueblo y admirar la restauración del mismo ¡Impecable! Su quebrada figura recuperó su maravilloso fulgor.
Es monumento nacional por su singular encanto y parte de este se debe a un personaje más que ilustre: Adolfo Jarreta Cuartel, un maestro herrero que ejerció su profesión con toda la dedicación y su mimo en este sitio, el museo de la forja se creó en su honor y expone de forma permanente parte de su obra, aunque para ver su devoción y el amor con el que culminaba su trabajo solo hay que darse una vuelta por el pueblo y admirar la restauración del mismo ¡Impecable! Su quebrada figura recuperó su maravilloso fulgor.
Todo esto, además de varias publicaciones donde lo nombran el
pueblo más bonito de España han hecho a Albarracín voz populis, recibiendo visitas
sobre todo los fines de semana a todas horas y haciendo que su economía cambie
de rumbo, los hijos de Racín ahora se dedican al turismo, restaurantes, casas
rurales y todo tipo de comodidades dentro de un ambiente mágico donde se paró
el tiempo.
En mi anterior entrada hago mención al acueducto romano que parte desde aquí y al entorno donde se encuentra, sin embargo, no menciono un castillo musulmán que se encuentra a apenas 5 kilómetros dirección a Cella “EL CASTILLO DE SANTA CROCHE”.
Así que aprovecho y pongo una fotucas de un bastión del siglo X del que hoy solo queda los vestigios en una posición privilegiada, al reflejo del río y donde parar a hacer un picnic disfrutando de las excelentes vistas.