“Cuenta la leyenda que en la cueva de Fontestorbes había una
gruta subterránea, hoy cerrada por las aguas, donde habitaban hadas, que al
bailar sacudían sus vestidos de lino con oro, dando lugar al susurro constante
de la fuente.
Un día, una de las hadas le pidió a una mujer del pueblo que le
acercase a su hijo, que sin ningún temor accedió a su súplica, en
agradecimiento, las hadas le regalaron una varita de oro capaz de hacer
realidad todos sus deseos.
Cuando la buena mujer dormitó en el sueño eterno, sus hijos, sin
tener en cuenta ningún tipo de sentimiento más que la avaricia, pelearon por
ella, ninguno la quería soltar... Y la varita se partió, tornando su aspecto
dorado por el original: una rama, no quedando mas que dos trozos de madera que
nunca más volvieron a tener poderes mágicos”.
¡¡¡Cómo me gustan las leyendas!!! Y es que un sitio tan brujo
desde tiempos remotos ha despertado el interés de propios y extraños, fomentado
las fábulas entorno a su presencia.
Lo cierto es que la Fuente de Fontestorbes es una de las
maravillas hidrogeológicas más importantes del mundo subterráneo, por su
regularidad y singularidad; en ella cobra vida el río L’Hers, al que sustenta
aumentando su caudal. Se encuentra cerca de la población de Bélesta y es imposible no
admirarla cuando te diriges hacia el castillo de Montségur.
La fuente brota de una cueva a la que se puede pasar cuando el periodo es de intermitencia del agua (de julio a octubre) y siempre
mirando el reloj, el camino se sumerge debajo del agua en periodos cíclicos de
10 minutos, nosotros ¡No tuvimos esa suerte!
La acumulación de las aguas de la lluvia en llanura del “País de
Sault”, junto a las aguas del deshielo que se filtran en la roca calcárea y se
almacena en varios depósitos del subsuelo, dan lugar a este fenómeno.
Un investigador: Alain Mangin, sostiene su propia teoría
científica: “El sistema de conducción con la toma de aire hace que se produzca
las intermitencias en el caudal de la fuente” pero como soy bruja, puedo
explicar pócimas pero no fórmulas... Así que hasta aquí puedo contar de un lugar
realmente bello.