viernes, 15 de abril de 2016

CASTILLO DE LOARRE: ROMÁNICO MILITAR

Conforme te acercas a la población de Loarre se ve culminando una cima su castillo, mimetizándose con la sierra de igual nombre.


Mucho se ha escrito del CASTILLO DE LOARRE, fuente de inspiración de novelistas y cineastas, el conjunto religioso militar románico mejor conservado en la península y de los más destacados de Europa, aunque el orden es militar-religioso.

El montaje de fotos muestra una construcción titánica y además suena de lo más heavy:


Si buscase una frase para definir toda la ciudadela esa es “El reino de los cielos”, cómo el título de la película que Ridley Scott rodó allí,  ignorando lo que este mismo año se cuenta en “Cuarto milenio”, porque al contrario de lo que cree Iker le resta magia ¡Será por leyendas o misterios!


Situado al norte de Huesca ya aparece citado en el siglo X como avanzadilla de los cristianos del Pirineo enfrentados a los musulmanes de la llanada oscense. Lo mandó construir en el año 1020 el rey Sancho III el Mayor de Navarra, jugando un papel principal en la reconquista hacia el Gállego, cayendo en alguna gesta en manos musulmanas que aprovecharon esas escasas ocasiones para darle el toque de oriente.


Será el rey Sancho Ramírez  quien lo pone definitivamente en manos católicas a finales del siglo XI, ahí se amplia, realizándose su segunda muralla y la Iglesia de San Pedro para adecuar el castillo a las necesidades monásticas de la orden de los agustinianos.


Por la movilidad de las fronteras, en esos tiempos… Se trasladó la congregación al Castillo de Montearagón, que fue la pieza básica del asedio a Huesca por su posición mucho más cercana. Loarre, se va alejando, pierde su carácter defensivo con el progreso de la conquista. A partir del siglo XII, a excepción de alguna batallita, se inicia su declive.

Por salirme de los cánones, la visita me produce una sensación de retroceder en el tiempo tal y como avanzo. La parte más antigua del castillo corresponde a su vigía: la torre albarrana, a la cripta de Santa Quiteria, el tesoro que guarda “Mongui”, donde se realizaban enterramientos…


… Y LA SEGUNDA PLANTA DE LA FORTIFICACIÓN:


Aquí lo raro, tal y como asciendes te adentras en lo más primitivo de la fortaleza, porque cuenta con planta primera realizada a posteriori. Una obra maestra que se adapta perfectamente al terreno escarpado donde se asienta, aprovechando cada sitio, cada rincón, económica, milimétrica y muy peculiar: empezaron la casa por el tejado.



Otra cosa que se me hace curiosa es que en su segunda fase se mandase construir semejante templo dentro de un castillo. La mezcla de lo religioso y lo militar que los católicos siempre separaban, y, sin embargo, sí era costumbre musulmana. Me viene a la cabeza la rábida o ribat, donde los ascetas musulmanes se perfeccionaban espiritualmente al tiempo que defienden el lugar. Todo eso me da que pensar que posiblemente ambos pueblos no estaban tan desunidos.

Y por último, disfrutando de la piedra tallada me llamó la atención que cada escena que se representa se culmina con unas volutas que dibujan una “Y”:


En el vídeo hay un surtido de capiteles con esta pauta, cada uno que miraba, interior o exterior, en su parte superior la misma disyuntiva, como dos caminos a elegir, dos opciones, la buena y la mala, como la propia vida.