sábado, 13 de septiembre de 2014

PARQUE NATURAL DE CABO DE GATA "CHASING CARS"


“Si me quedo aquí,
si simplemente me quedo aquí,
¿Te quedarías conmigo y te olvidarías del mundo?”

Cuando pienso en Almería se me agolpan los recuerdos… Una casa familiar donde hemos ido un sinfín de veces y una tierra tan diferente entre sí, Aguadulce, a orillas del mar e ir a Enix, a apenas 20 km y encontrarnos a una altura de más de 700 m., un pueblo serrano, rodeado de frutales, entre huertas y manantiales, la primera villa de la Alpujarra almeriense, desde aquí a Felix, donde el estruendo del agua se cuela por la montaña y si sigues y sigues acabas comiendo jamón en Trevélez, la cara de la provincia que mira a poniente y da la mano a Granada, no es árida, sino todo lo contrario, un vergel bajo el protectorado de Sierra Nevada.

La más oriental de las provincias andaluzas y la más desconocida de las ocho hermanas,  sin embargo, es un escenario natural cuya singular belleza cautiva a propios y extraños.


EL PARQUE NATURAL DEL CABO DE GATA es el último coletazo de la cordillera Bética, donde se funde con el Mediterráneo, un paraje casi desértico de difícil acceso, aunque en la actualidad se ha facilitado bastante, una sucesión de extensas playas volcánicas de aguas turquesas ¡Cristalinas!


Perteneciente al término municipal de NÍJAR donde brillan los oficios, cuenta con el barrio de los alfareros y en alguna casa a buena hora se puede observar cómo trabajan el barro cocido, el resultado es una cerámica tan peculiar como cada artesano que la moldea, los distintos productos derivados del mimbre y los cientos de canastos que se apilan en las puertas o las múltiples tonalidades y usos de las Jarapas que proceden de esta zona, tan duras como bonitas:


En este punto la península deja de mirar al este para mirar al sur:


Cuando vas por la autovía es curioso que lo mismo tienes el mar a un lado que de frente. Al Cabo de Gata, la coordenada más especial del espacio protegido, se accede desde el pueblo del mismo nombre.

 Humedal de San Miguel y al fondo el pueblo de Cabo de Gata

Un faro indica su posición, el final del camino, donde admirar el Arrecife de Las Sirenas ¡Mágico! La imagen oficial del parque, su sonrisa azul, donde el Mediterráneo pasa a llamarse Mar de Alborán.

Cabo de Gata y Arrecife de las Sirenas

Un lugar repleto de historia y como no, de leyendas, con una situación estratégica frente al continente africano. Los susurros del mar cuentan todo lo aquí sucedido desde la noche de los tiempos, dando nombre, en un sinfín de ocasiones, la hazaña al sitio o el sitio a la hazaña. Un ejemplo: La Playa de los Genoveses, rodeada de dunas  ¡Preciosa!

Playa de los Genoveses

Debe su nombre a que aquí estuvieron ocultos más de dos meses unos 200 barcos genoveses, que, allá por el siglo XII, participaron en la toma y conquista de Almería al imperio musulmán. Esta pronunciada bahía ha sido parapeto en numerosos conflictos bélicos, y como otra muestra, la armada española antes de iniciar la batalla de Lepanto se ocultó en esta ensenada. 

Cada nombre un relato, Las Negras, un pueblo pesquero, cuya denominación parece que se deduce del color de su arena.

Las Negras

Pero la orilla no luce oscura sino dorada, un pueblo que nació de un gran naufragio, los marineros que partieron de San Pedro para nunca más volver, y sus viudas, dedicadas a la agricultura se vieron obligadas a migrar, fundando este sitio vestido de luto, luto que le valió un nombre. Muchas lunas han pasado desde entonces, tantas, que la última vez que lo vi su atavío era de colores, lleno de hippies, sin embargo este verano ¡Llegué a la playa por los carteles! El blanco lo envolvía y los días de verano, vídeo que Amaral grabó aquí.

Al igual que el desierto de Tabernas, el litoral que comprende el parque natural es ¡¡¡De cine!!! A voz de pronto, recuerdo el premio Goya al mejor actor que este año le han otorgado a Javier Cámara, por su papel en “Vivir es fácil con los ojos cerrados”, está ambientada en un hecho real, un profesor de Cartagena que enseñaba inglés a través de las letras de los Beatles, de los que era un entusiasta, la película relata el viaje que emprende para conocer a su ídolo: John Lennon, que protagonizó  “Cómo gané la guerra” filmada en la localidad de Carboneras.

Pero son muchas las producciones que se han rodado en este rincón tan diferente, escenas míticas, como las de Indina Jones y la última cruzada en la Playa de Mónsul.

Donde va a parar mi princesa!!!

La escena final del Planeta de los simios, versión antigua, donde tras la pregunta de Charlton Heston eclosiona la estatua de la Libertad en la Playa de Los Muertos…


Y muchas, muchas más, por cierto ¿Alguien sabe el proceder del nombre la última playa que he mencionado? Porque los almerienses no dan puntada sin hilo 


Como último, si os adentráis en este lugar tan peculiar sobre el que pesa la fama de calor sofocante y de desierto, no olvidéis la chaquetita, por la noche es imprescindible ¡Hasta el clima lo tiene a su favor!