miércoles, 2 de julio de 2014

JÁNOVAS, LA QUE EL AGUA NUNCA ANEGÓ

Jánovas

El Condado del Sobrarbe se encuentra en el Prepirineo Aragonés. En su parte más baja, la antesala del Valle de Ordesa y Monte Perdido, en la vertiente regada por el río Ara está el Valle de la Solana.

Mapa del Valle de la Solana

Un nombre que es todo un presagio, en él se esparcen como motitas de piedra una sucesión de villas medievales dispersas a ambas orillas, fantasmagóricas, apenas unas ruinas que dormitan entre azules y verdes.

Lavelilla

No deja de ser paradójico que un sitio tan bello esté casi deshabitado.

Hablar de JÁNOVAS es hablar de un lugar idílico dotado de toda la magia que la naturaleza puede regalar, un rinconcito que rezuma frescura como el agua que corre de su fuente.


Donde apenas queda la osamenta de algunas de sus casas al abrigo de la montaña y la torre de su iglesia, que se asoma escondida entre la vegetación y la densa arboleda:


En el interior del templo se conservan las pinturas del siglo XVIII garabateadas por el abandono.


Y su pórtico románico que para salvaguardarlo de la desidia luce como una puerta al viento en la pedanía de FISCAL, la cabeza de la comarca.

Fiscal

Sin embargo, sigue vivo, gritando a voces la historia de un absurdo que en la actualidad sigue latente, la razón de la sin razón, defendida, esta segunda, con todo el derroche de poder del que se puede hacer gala, ante una población indefensa que sigue luchando contra tanto sin sentido.

Voy a hacer un relato de un embalse de papel o por ser el sitio que es, de aire limpio y puro, hubo un tiempo en que España era una dictadura y en la década de los 50 se ve que el caudillo, alías Paquito, se aburría y casi inunda la península, prueba de ello es la provincia de Badajoz ¡Con el agua al cuello!

Volviendo a Aragón, se le ocurrió la brillante idea de hacer en esta vaguada un pantano colosal, que produciría electricidad a espuertas, y a su vez, abastecería de agua a los Monegros. Si hay algo de lo que nunca ha carecido esta comunidad es del líquido elemento, salvo los Monegros, que es una zona casi desértica ¡Bien bonita! Y que unos la quieren hacer de regadío, otros convertirla en las Vegas, en fin, una gran causa “sin duda”.

Aquí empezó el acoso y derribo, nunca mejor dicho, en la década de los 60 el Estado cede todos los terrenos, con o sin dueño, a Iberduero, la actual Iberdrola (un bastión del país) y empieza la expropiación. Algunos habitantes se negaron a marcharse pero al parecer, como no tenían que estar, volaban las casas vacías así, por las buenas, sin previo aviso ¡Esto es la guerra!


Siguieron talando los árboles y asolando los campos, las huertas, destruyendo caminos y regueros, cercando más y más a los pocos que allí resistían.

La inspección provincial de Huesca se negó a cerrar la escuela del pueblo mientras estuvieran matriculados niños y la decisión siguiente fue salomónica, un empleado de la empresa derribó la puerta del colegio, sacó a la profesora por los pelos y a todos los niños a empujones, para continuar cortando el suministro de luz y agua.


Hubo una familia que resistió hasta bien entrados los 80, ya en democracia, pero lo más alucinante de esto es que el embalse nunca se construyó y que ha fecha de hoy sigue siendo un conflicto, ese dique titánico nunca tocó suelo. Entre unos y otros, porque claro, Iberduero/drola contaba con una subvención del Estado, de esas que salen de nuestros impuestos y pagamos todos y aquí si que no voy a entrar, porque manda huevos.

Entrado el siglo XXI la empresa seguía sin efectuar obra alguna, puesto que no tiene seguro si sería rentable o no, mientras tanto, los lugareños seguían emprendiendo acciones legales, hasta que en el año 2008 una resolución del Ministerio de Medio Ambiente ¡Aleluya! Anula la concesión de la edificación de la presa por el impacto medioambiental que esta generaría.

En la actualidad los vecinos de Jánovas siguen de pleitos para conseguir recuperar lo suyo y volver a sus raíces, todo es propiedad de Iberdrola y lo que en su momento fue un desahucio forzoso, donde se vieron obligados a aceptar el pago que les impusieron y a migrar a las ciudades de los alrededores, mayoritariamente, pues ahora no, ahora se tasa en euros y pretenden que los legítimos herederos paguen por ellas el gravamen económico de 60 años, cuando lo más gravoso, fueron los modos y el estado lamentable en el que se encuentran sus hogares, que solo restaurarlos cuesta un pico.


Para llegar ya no hay carreteras, la civilización hace tiempo la dejó a un lado, pasados unos 10 km. la población de Fiscal por la carretera nacional 260 dirección Boltaña, al lado derecho se ve un cartel grande donde pone Jánovas, a partir de aquí a pie, a través de un  puente colgante que cruza el río se accede a este paraje en apenas 10 minutos.

Y ¡Eso es todo amigos!