domingo, 16 de junio de 2013

LA CUEVA DE BALZOLA: LA MORADA DE SUGAR


Existe un rinconcito en Euskadi donde las lamias te acompañan a cada paso, un paraje embrujado, rebosante de belleza natural, donde proliferan los mitos que trasmiten generación tras generación las gentes del lugar. La sabiduría popular dogma que aquí habitan gran parte de los genios de la rica mitología vasca.

LA CUEVA DE BALZOLA/BALTZOLA se encuentra en “El Parque Natural de Urkiola” (Álava), cercana a la aldea de DIMA donde se daban cita las sorginat para celebrar lúdicos aquelarres.


Se accede a ella a través de un camino corto, de apenas 2 km, que parte del caserío de Zamakona (Indusi).


Se dice, se rumorea, se comenta, que es la morada de Sugaar, un ser que vive en la profundidad de las cavernas, conocido como Sugar, Maju… Dependiendo del sitio tiene un nombre u otro. Se presenta de múltiples formas, como serpiente, dragón, ave o humano; consorte de Mari, la diosa más representada por estas tierras y que vela a su amado desde la cima del Anboto.

Un paseo a la vera del río te conduce a esta guarida o ¿Palacio? Un paisaje así hace que vuele la imaginación, es de fábula, se cuenta que esta senda fue trazada por los Jentiles, que dejaron prueba de su proeza en forma de un gigantesco arco de roca natural, uno de los numerosos caprichos de piedra que  encuentras en el trayecto, cuyo nombre es “Puente de los Gentiles”.


Para acceder al interior, la entrada que salta a la vista tiene difícil acceso, que no imposible, siguiendo el camino hay otra que es bastante mejor, desde aquí se entra y se puede dar una vueltecita con una linterna, claro.


Nuestra experiencia es que el sol, deidad superior donde las haya, hizo acto de presencia durante la marcha y justo cuando entramos, la lluvia clara parecía una cortina en la abertura de la cueva, hicimos tiempo y cuando salimos, como por arte de magia, el astro rey volvió a sonreír.


Me voy a parar un poco en unos personajes de lo más simpaticones Los jentiles, seres grandes y peludos, que jugaban a lanzar piedras siendo grandes constructores, a ellos se les atribuye la creación de dólmenes, puentes y grutas. Hay una teoría que dice que los gentiles son los propios vascos antes del cristianismo, un pueblo duro y que moraba en las montañas. Dicen que el único que se salvó tras la llegada de Cristo se convirtió a esta religión y se llama Olentzero y es el encargado de llevar los regalos de los niños en Navidad.

Un hábitat montañoso, verde y húmedo, con una población rural que goza de cierto aislamiento, ha favorecido que sea un lugar espiritual desde la prehistoria a nuestros días. Por Urkiola entró la cristiandad en Vizcaya, una de las principales vías de comunicación entre el Cantábrico y la Meseta.

Una comarca que al igual que es rica en ídolos paganos, seres cercanos y con bastante de humano, aunque algunos los consideran demonios… También es rica en ermitas, iglesias y demás sitios de culto todo un ying-yang místico y la verdad que ante semejante espectáculo de la naturaleza tiene más cabida lo divino que lo humano y allá creencias… ;D