lunes, 29 de abril de 2013

PINCELADAS DE ROMÁNICO EN ÁLAVA

San Pedro de Beluntza

Hablar de Euskadi es hablar de una tierra fértil y verde, de frondosos bosques y suaves valles, con un horizonte que se perfila como una pintura viva. Desde sus cumbres cuando oteas el horizonte dan ganas de echar a volar ¡No hay creador mejor que la propia naturaleza! Solo sus manos pueden perfilar un lugar tan bello.

Nuestro viaje a Álava nos ha fascinado, hemos disfrutado de sus hayedos, cuevas y cascadas, no en vano la mayor parte de su territorio está considerado parque natural, pero sin duda nos ha sorprendido la cantidad de vestigios medievales que aquí abundan, a unos más gratamente que a otros, por aquello del gusto.

Soy una gran amiga de la Edad Media, estampada por todos los sucesos que en esta época acaecieron, un tiempo de grandes migraciones y grandes invasiones que marca el inicio de la cristiandad en occidente.

Especialmente me encanta el románico, a través de las figuras, de las formas, acercaba a un pueblo que no conocía la palabra escrita, de una forma sencilla y sabia, una teoría desconocida, una obra que cuanto más expresiva, más se implegnaba con la plebe, pasando, como por arte de magia, a formar parte de su vida diaria, vigorizando una religión que una vez se instaló en el poder, humano que no divino, desprecio todo lo anterior a su cúspide catalogándolo de bárbaro.

Bárbaro o Natural - Canecillo de San Vicence Mártil (Miñano Menor)

Allá por el siglo XI el Camino de Santiago cruzaba el Bidasoa y transcurría a través de la llanada alavesa. La incursión musulmana afectó principalmente a Álava, cuando se inicio la reconquista se recuperó su territorio para la corona de Castilla, históricamente se disputaban esta provincia entre Burgos y Navarra, siendo fundada Vitoria por el rey Sancho de Navarra para poco después ser conquistada por Alfonso VIII de Castilla, debido a este ir y venir, los monumentos más notables que han llegado a nuestros días se encuentran en los aledaños de la capital.
San Juan de Marquínez

El románico alavés es habitualmente tardío y destaca por su ornamentación, la elegancia de sus formas y su gran finura, donde con frecuencia se encuentran fustes tallados con una delicadeza impoluta, sobresale más la belleza escultórica que la arquitectónica.


Portada del Monasterio de Estíbaliz

Entre los templos más destacadas se encuentran la basílica de San Prudencio de Armentia, de factura excepcional, o facturas… Fueron tres los maestros que intervinieron en su construcción, destacando los dos últimos que abordaban temas tan interesantes como el anástasis o la bajada de Cristo a los infiernos.

"El anástasis"

El porche exterior se diseñó en el siglo XVIII confeccionándose a través de varios elementos que se encontraban en el interior de la iglesia...



Hablando del interior, me llamó poderosamente la atención un capitel en que unos animales devoraban a otros animales, entre ellos a una persona cuyas perfectas piernas sobresalen de su boca ¡Fantástico!


 Capitel interior de Armentia

A apenas una decena de kilómetros está el Monasterio de Nuestra Señora de Estíbaliz cuya portada es sensacional, grandiosa, envuelta en un sin fin de detalles que se entrelazan unos con los otros, ese tauro con saeta apuntando a una sirena-ave, todo un despliegue de fantasía y misterio.


Detalle portada Estíbaliz

Voy con el interior, los capiteles ¡¡¡Maravillosos!!! De una forma “florida” se representa el pecado original, el autor de esta maravilla sin duda era amante de las flores, de las plantas... Y de los animales, nunca había visto representada la lujuria a través de un sapo mordiendo los pechos a una mujer.


 Capiteles interiores de Estíbaliz

Otro ejemplo interesante es la iglesia de Santa Columba de Argandoña impregnada del arcano templario.


Argandoña y sus detalles, en la ventana San Pedro va "sin" llave

O Nuestra Señora de la Asunción de Tuesta donde el gótico ya se hace latente, su pórtico está formado por siete arquivoltas, dos de ellas adornadas con motivos vegetales y las restantes con distintas escenas de la vida cotidiana del hombre, con animales, lo mismo en posición horizontal que vertical.



Un conjunto de capiteles figurados que contienen un rico bestiario, de lo más expresivo...




La Sencillez de San Juan de Marquinez y San Juan de Cárcamo...



San Juan de Cárcamo

Cuando nos cruzamos con la ermita de Nuestra Señora del Campo apenas quedaba nada de su piedra original, pero curiosamente, dejaron los canecillos y construyeron sobre ellos, apuntando la altura original de la iglesia y un músico me cautivó.



Canecillo de Ntra. Sra. del Campo

Y no me enrollo más, dicen que una imagen vale por mil palabras, aunque yo en lo que me reafirmo es que las sensaciones por mejor expresadas que estén, que no es el caso, no se pueden trasladar, hay que sentirlas y estos oratorios además de ser libros de piedra tiene el don de de encontrarse en un entorno de fábula, los caminos del paraíso terrenal.